Oporto

En ocasiones me puedo considerar un poco obsesiva, y esta vez me ocurre con Oporto, hasta que no vaya a visitar esta ciudad que me tiene encandilada no pararé. Ya me he comprado una guía para ir conociendo un poco más de lo meramente superficial. Además creo que la idea me persigue porque el otro día en el kiosko, curioseando encontré una revista de viajes con un artículo de la ciudad y por supuesto que la revista se vino conmigo a casa.

Mis amigos me dicen que si es porque se ha ido Iker Casillas a jugar allí, como podeis suponer eso me da igual, ni que me lo fuera a encontrar por la calle. El caso es que ya he convencido a unos cuantos para realizar una escapada a esta bonita ciudad.

Lo primero que quiero hacer es visitar la librería Lello, es una pasada, dicen que era muy visitada por J. K. Rowling cuando ejercía de profesora de inglés en la ciudad, mucho antes de publicar los libros de Harry Potter, se rumorea que las escaleras de Howart están inspiradas en las de esta tienda. 

Es una libreria que data de 1869 y tiene unas escaleras de madera que dejan con la boca abierta, y eso que solo lo he visto por foto, Las vidrieras van a parte, son espectaculares, ¡con lo que me gusta una vidriera señores!

El dueño debe de estar harto de las visitas de turistas que hacen mucha foto pero ninguno compra nada y ha decidido que las cámaras solo entran en el establecimiento de 9 de la mañana a 10. Imaginaros lo harto que tienen que estar para tomar esta decisión.

 Querido dueño de la libreria Lello:

   Prometo visitar su librería, deleitarme con su belleza y cotillear por los ejemplares expuestos por sus estanterias hasta que encuentre el idoneo para comprarlo. Intentaré no ser la turista pesada que pasa por allí y no da las gracias por la maravilla que han creado.

Atentamente.

Es obligado también realizar un crucero por el Duero y ver los puentes que le cruzan, sobre todo el puente de Luis I que une la ciudad de Oporto y Gaia. Su peculiaridad es que tiene dos tableros, uno para el tráfico rodado y otro por donde pasa el metro. Fue creado por Seyring, discípulo de Gustave Eiffel.

Y ya que ha surgido la ciudad de Gaia, ir a visitar sus bodegas y degustar el apreciado vino de Oporto que tanta fama tiene y aún no he probado. El otro día me enteré que es un vino fortificado porque le añaden aguardiente en el proceso de fermentación, esto hace que sea más dulce al detener la fermentación. La técnica se realizó en tiempos de guerra para que el vino llegara en buenas condiciones a Inglaterra donde es muy apreciado.

Quiero perderme por sus calles e ir descubriendo rinconcitos con encanto que fotografiar y observar. Disfrutar de su gastronomía y acercarme a la playa que como bien he leído tiene unas vistas dignas de ver.

¿Cuál es la próxima escapada que tenéis pensada?